Es urgente una reforma de los métodos de selección. No se puede pretender reclutar buenos profesionales con procesos “políticamente correctos” de entrevistas personales artificiales, y paginas de tests de manual. Son métodos que nos conducen a un alto porcentaje de errores en la contratación de cuñados perfectos que, apenas a los tres días de su incorporación, ya han evidenciado su manifiesta incompetencia.
Recurrir a las redes, y sus buzones sin fondo, para encontrar buenos profesionales, vale, pase. Que con esa legión podamos encontrar El Dorado, vale, pase, aunque sea muy optimista. Pero que pretendamos colar como “riguroso” un proceso que arranca en semejantes verdades absolutas que no lo son, ¡ni de broma! Ha llegado el momento de dedicar tiempo y recursos a la búsqueda del talento que gestionará las compañías, con mucha o poca visibilidad. Da igual.
Nuestro Método de Selección se basa en el deseo de cambio del profesional. No le buscamos a puerta fría. Son ellos los que se interesan por nuestra propuesta, y desde ahí, combinamos toda la parte personal y profesional, con su conocimiento real del sector de futuro destino. Por supuesto, hay experiencias de otros sectores, perfectamente, exportables, y además, es muy aconsejable que eso se produzca.
Somos unos convencidos que cada uno de los profesionales que seleccionamos, antes de su responsabilidad en el puesto de trabajo determinado, son RESPONSABLES DE CALIDAD DE SU PROPIA VIDA, y de la de muchas más gentes. Y asumimos con naturalidad que podemos ser los Mejores Expertos de aquello que nunca hemos hecho jamás. Solo falta que nos den la oportunidad de abordarlo, y nosotros decidamos poner en valor toda nuestra experiencia que convertiremos en SABIDURÍA.