Antes de leer esta reflexión, vea el video del actor Rowan Atkinson, que aparece al final de este artículo
Nosotros creemos lo que ES. Y eso nos secuestra hasta el extremo de NO VER lo que tenemos delante. ¿Qué digo? ¿No ver? ¡Ni siquiera se nos pasa por la cabeza que no sea otra cosa que lo que nosotros pensamos con convencimiento “Urbi et Orbi”. Y claro, metemos la pata ya que no dudamos en que estamos en lo cierto, en lo correcto, rodeados de estúpidos. TERRIBLE.
Es la ceguera de la VERDAD ABSOLUTA, que por supuesto no es VERDAD, y ni mucho menos ABSOLUTA…
Los puristas hablan de que no EXISTE LA VERDAD. Desde ahí, ya ni nos planteemos ir a SU “ABSOLUTO” INCUESTIONABLE. Y no porque defiendan con cierta habilidad de oratoria tópica llenita de refranes marujos “siempre hay que escuchar los dos puntos de vista -equiparando, a veces, lo que no es equiparable”, o peor aún, alegando la famosa estafa de la “LIBERTAD DE OPINIÓN” con el no menos famoso “todas las opiniones son respetables -cuando no es cierta semejante gilipollez-.” Lo que es respetable es el Derecho a Opinar, pero no todas las opiniones son respetables.
Los que dicen que la verdad no existe, lo justifican alegando que solo son percepciones de la realidad. Bueno, pues ojalá que la percepción de la realidad sea lo más objetiva posible.
¡Espera!, que también están los que dicen que la OBJETIVIDAD NO EXISTE!!! MADRE MIA!!! QUÉ ESTRÉS!!!
Pues bien, sea lo que sea, que lo ES, aunque nosotros no tengamos ni idea, al menos, trabaja interna y externamente lo que te permita a corto, medio o largo plazo, tener la habilidad de chequear lo que piensas, sientes, dices o haces… pero no por el resultado final, que también, si no por el proceso que te genera Felicidad, Frustración, Pérdida de Tiempo, Buenas o Malas relaciones, etc…
Lo que aquí nos produce risa con el actor Rowan Atkinson, Mr. Bean, nos pasa muy a menudo en nuestra vida cotidiana. Y no debería hacernos tanta gracia.