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¿ATIENDES A NUEVOS PROVEEDORES?

por | 31 Oct 23 | Coaching, Consultoría, Marketing, Selección

Es muy irritante la cantidad de perversiones que contaminan esta sociedad enferma de ego. 

Dependiendo del lugar de la mesa en la que te encuentras (cliente o proveedor), se ha desarrollado una conducta que parece ser el guión de unos y otros. Lo que no te gusta que te hagan cuando eres proveedor (no responder llamadas, mensajes de WhatsApp, correos electrónicos, etc.), parece que lo puedes hacer, con total impunidad, si eres cliente “porque no tienes tiempo para eso”, y además, “porque es lo que hay”, como si ser cliente te diera salvoconducto para ser prepotente y maleducado. Estáis pensando en gente con nombre y apellidos, ¿eh?

Desde el verano, como siempre, llevamos una frenética actividad comercial, para entrar en las planificaciones del año que viene, y rascar lo que se pueda del final de este 2023. Pues bien, año tras año, nos encontramos a muchísimos profesionales “aterrizando”, o secuestrados por “estar con los presupuestos”. Sí, os lo prometo. Dos meses de actividad completamente opaca, tal vez, porque no será verdad. Son esos mismos profesionales “ocupadísimos de la muerte” que navegan en sus jornadas laborales (presenciales o de teletrabajo) de reunión en reunión (la mayoría, inútiles), y que marchan a su ritmo y sin agobios, salvo que les llame el jefe/a, o el cliente importante (éste sí) que, entonces sí encontrarán el tiempo que no tienen. Para ellos, sí. Estos son los mismos que, cuando “concluyan” con los presupuestos, se pondrán con el mes imposible de diciembre, puente tras puente, que desemboca en la Navidad, y que te deja sin tiempo para nada, jajajaja… y aún tenemos que escuchar debates absurdos sobre eficiencia, productividad y reducción de jornadas. Vomitivo.  

Se nos olvida que los proveedores forman parte de la cadena de valor que, -decimos pomposamente-, ofrecemos a nuestros clientes. Es una vergüenza que la gente no atienda llamadas, no responda mails amables y personalizados por quienes conocen y, en muchos casos, a los que nos deben muuuuuuuuchos favores del pasado. Es increíble. Seguramente, muchos de los que lean esto, se sentirán identificados. Falta por saber en qué lado están. A los que estén en el “cliente”, y les de un poquito de pudor verse reflejados, les deseo que lo que ellos hacen, no se lo hagan a sus comerciales. Estos maleducados del “no respondo” son los mismos que se inventan reuniones para no ir a otras reuniones a las que han sido absurdamente convocados. Estamos ante tal incompetencia y mala gestión de los RR.HH. que nos podemos inventar una reunión ficticia para no ir a otra en la que no pintamos nada. Es tan triste que, cuando lo dicen (mienten), a nadie le resulta extraño y cuela. ¡¡¡Se les ha olvidado para qué sirve su trabajo!!! 

Y a los que estén en el lado del “proveedor” (actual, antiguo o nuevo), desde aquí, mi solidaridad y afecto, y una recomendación: NO HAY QUE RENDIRSE. No pedimos trabajo, no suplicamos tiempo. OFRECEMOS NUESTROS SERVICIOS y SOLUCIONES para que nuestros clientes puedan hacer más y mejor trabajo. Es tan obvio que conviene recordarlo porque se obvia. Y si no les interesa, que digan que no y punto. Pero ¿qué es eso de no responder? Por cierto, esta reflexión va, también, para los “clientes internos”, esos enemigos del alma a los que tanto estimamos en discursos vacíos de las fiestas-homenajes que se acercan. 

No responder es NO HACER BIEN EL TRABAJO. Me da igual la cuenta de resultados, y si dices que no tienes tiempo. Atender a los proveedores, forma parte de tu desempeño. En nuestras sesiones formativas, el Desarrollo de Relaciones Eficaces se basa en el respeto y la confianza, que se genera a través de una correcta comunicación, incluso, para decir, “¿Sabes contar? ¡Pues no cuentes conmigo!”. Hay que responder. Es educación básica, y también, te pagan por eso.  

Emilio Garcia Carrasco

 – coach, consultor y periodista – 

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