… Y, ahora, EMPIEZA LO MEJOR.

EGC

Emilio G. Carrasco

5/21/2024

Se acaba agosto, y comienza septiembre. Realmente, es el comienzo del año. Aunque los calendarios lo fijen en enero, la sensación general es que, ahora, en este paso de mes arranca el ciclo relacionado con todo lo profesional de la persona, y si vemos las estadísticas de demandas de divorcio que se presentarán en los próximos días, también, empiezan a sentirse las consecuencias de la convivencia (¿bien o en familia?) del maravilloso verano arenoso playero, o en la casa de los suegros del pueblo, o con los amigos en la montaña.


Con el fin de las vacaciones no es que se acabe lo bueno. O, tal vez, sí, porque, a veces, hasta se pasa bien en vacaciones. Se acaba lo bueno. Vale. No problem… PERO EMPIEZA LO MEJOR que es sentirse dueño de tu faceta generadora de calidad de vida. Somos afortunados si tenemos trabajo, y eso nos permite soportar nuestro nivel de vida. Y si no tenemos trabajo, ahora, se abre mayoritariamente, la posibilidad de “vuelta a la normalidad” para que haya más ofertas y puestos disponibles. Y eso, felizmente, unido al control/remisión (¡ojalá!) de esta maldita pandemia que nos amarga la vida, sin duda, es algo excelente.


EMPIEZA LO MEJOR porque tenemos salud, y podemos trabajar o salir a buscar trabajo. Porque podemos generar riqueza para ser más libres, y dar un mundo mejor a nuestros mayores, a nuestros hijos, y a nosotros mismos. Empieza lo mejor porque tenemos el compromiso superior de crear más y mejores condiciones para gestionar esta vida cambiante y, por momentos, insospechada. La cultura del trabajo no es la cultura de acumular. Es el propósito de encontrar objetivos que permiten la evolución de la Humanidad. Parece muy optimista, pero siempre ha sido así. Demos Nuestra Mejor Versión, porque es posible que se acabe lo bueno (las vacaciones), pero EMPIEZA LO MEJOR, o sea, la VIDA, nada más y nada menos.